Manuelita, tradición de sostenibilidad
Pocas empresas pueden hablar de tradición como Manuelita. Fue fundada en Colombia en los últimos años de la guerra civil norteamericana, y empezó a configurar la industria azucarera colombiana en 1901 con la puesta en marcha del primer ingenio a vapor en el país.
¿Cuál es el secreto para perdurar en el tiempo? Según Harold Eder, presidente de la compañía, la sostenibilidad ha sido la esencia de nuestra gestión empresarial por más de 150 años. Se fundamenta en nuestro legado y en nuestro propósito central de generar progreso y bienestar con empresas y productos ejemplares, a partir del aprovechamiento racional y sostenible de los recursos naturales”.
Ese legado se traduce en un sentido de contribución a la sociedad. Es ofrecer productos de calidad a sus clientes y consumidores, es forjar relaciones duraderas con proveedores locales, es promover el desarrollo de sus colaboradores, es minimizar el impacto sobre el medio ambiente, y es contribuir a una mejor calidad de vida para las comunidades vecinas. Esta es la receta de Manuelita, en la que no falta un ingrediente central: la preservación de los valores empresariales de integridad, responsabilidad social y ambiental, austeridad, respeto por la gente, espíritu pionero y orientación al cliente.
Como parte de su compromiso social, Manuelita trabaja para mejorar las condiciones de educación, vivienda y salud de sus colaboradores de menores ingresos, sus familias extendidas y las comunidades vecinas.
Apoya, además, la creación y consolidación de pequeñas unidades productivas, para la generación de ingresos complementarios.
La Fundación Manuelita desarrolla el modelo educativo Educar Uno a Uno, que busca mejorar la enseñanza docente con prácticas modernas en las aulas y uso pedagógico de la tecnología. En 2017, contribuyó a que la sede educativa Rosa Zárate, donde inició el programa, mejorara el puntaje en las pruebas saber 11°, pasando de nivel C en el 2014 a nivel A en el 2017. Gracias a estos buenos resultados, amplió la cobertura a otra sede, para alcanzar 1.200 estudiantes en Palmira.
En gestión ambiental, Manuelita desarrolla iniciativas para la reducción de emisiones de material particulado en sus plantas industriales, menor consumo de combustibles fósiles mediante cogeneración de energía eléctrica a partir de fuentes limpias y renovables, uso racional de agua con métodos más eficientes de riego y menores emisiones de C02 a través de la producción de biocombustibles y aumento de cosecha de caña sin quemas. Las buenas prácticas en sostenibilidad le merecieron convertirse en el primer ingenio azucarero en Colombia en obtener la certificación internacional BONSUCRO para caña de azúcar, que se suma a las certificaciones RSPO e ISCC para palma de aceite.
De esta manera, Manuelita sabe que para permanecer en el tiempo debe ser fiel a su propósito central. Como lo dijo Harold Eder en ocasión de los 150 años de la compañía, “Manuelita no es nuestra. Nosotros solamente la estamos custodiando y proyectando para los que vienen después de nosotros. Porque Manuelita debe generar progreso y bienestar por muchas generaciones más”.
Tomado de: El País, 500 Empresas más exitosas del Valle 2018