Conciencia verde
Artículo de: Semana – Especial Valle del Cauca | Septiembre/25/2016
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Con numerosos programas de índole social y ambiental, Manuelita hace su mayor apuesta hacia un enfoque sostenible para generar progreso y bienestar.
Aydé Serrano pudo hacer un alto en su destino como madre y ama de casa para volver realidad su sueño de estudiar. “Siempre me había dedicado al hogar y sufría mucho por no saber –confiesa–. Mis hijos me preguntaban por las tareas y ¿qué les podía decir? Ahora no solo los ayudo, sino que estudio con ellos. Hacer tareas juntos es lo más bonito que me ha pasado en la vida”. Ella es apenas una de los más de 260 personas, entre colaboradores, familiares y miembros de la comunidad que culminaron la básica secundaria gracias a los programas educativos que implementa Manuelita como parte de su gestión social, y que se une a más de 320 familias que tuvieron acceso por primera vez a vivienda de calidad.
Manuelita también apoya mujeres familiares de colaboradores y mujeres de las comunidades vecinas en la conformación de unidades productivas de dotación industrial, servicios de alimentación, reciclaje, retail, entre otras. En el primer semestre del año 2016, este programa logró ventas por encima de los 200 millones de pesos.
Con una historia de 152 años, Manuelita Azúcar y Energía es la compañía más antigua del departamento del Valle del Cauca y la segunda del país. De sus plantas sale el 13 por ciento de la producción nacional de azúcar y el 21 por ciento de bioetanol carburante.
Pero además de ser el fiel reflejo del empuje vallecaucano, su meta es ser un punto de referencia en temas de sostenibilidad. La aplicación de su modelo se traduce en tres dimensiones: ambiental, económica y social.
En lo que concierne al medioambiente, busca reducir el impacto de su operación agroindustrial a través de la optimización del recurso hídrico, la disminución de emisión de gases de efecto invernadero, el aprovechamiento de los residuos y el aumento de la cosecha en verde. Hoy, Manuelita produce su propia energía. El bagazo (lo que queda después de extraer el azúcar a la caña) brinda la electricidad necesaria a sus plantas, reduciendo el uso de fuentes fósiles como el carbón. Uno de los planes a corto plazo es iniciar con la cogeneración eléctrica para vender excedentes de energía al sistema interconectado nacional.
Durante 2015, Manuelita Azúcar y Energía tuvo avances significativos en reducir la difusión de material particulado. Además contribuye a menores emisiones de CO2 a la atmosfera al producir alcohol carburante, biocombustible que genera un impacto ambiental favorable con relación a sus sustitutos.
El cuidado del agua es otro de sus pilares. Haber implementado nuevos sistemas de riego ha convertido a sus cultivos de caña en espacios donde el aprovechamiento del agua es lo esencial. Por eso implementan sistemas de conducción y riego más eficientes como aspersión, caudal reducido, riego por goteo, entre otros.
Para Harold Eder, “la sostenibilidad en Manuelita ha sido la esencia de nuestra gestión desde la fundación de la empresa hace más de 150 años, a través de nuestro propósito empresarial de generar progreso y bienestar con empresas y productos ejemplares a través del aprovechamiento racional y sostenible de los recursos naturales. Lo anterior, fundamentado en nuestros valores de integridad, espíritu pionero, austeridad, respeto por la gente, responsabilidad social y ambiental, y orientación al cliente.